LAS LEYES ESPIRITUALES
El cielo
viviente vuestras oraciones respeta:
Casa
instantánea y arquitecto;
Con las horas
negadas al hombre que busca
Construye
torres eternas,
Obras únicas
organizadas por sí mismas
Que no temen
el desgaste de los días,
El avance de
la descomposición;
Y, por la
conocida fuerza que asecha
Para actuar y
replegarse,
Hace que las
llamas se congelen y el hielo hierva,
Forjando así,
con las negras armas de la
Ofensa,
El plateado
asiento de la Inocencia.
***
Ralph Waldo
Emerson
ESTADOS UNIDOS
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